En plena cosecha de soja y maíz, los productores argentinos cobran el 39% del precio internacional del primer cultivo y el 47% del segundo, según un análisis realizado por dos especialistas del agro.
Esto ocurre no solo por el descuento que sufren los productores debido a las retenciones, del 33% en el grano de la oleaginosa y del 12% en el cereal, sino por el efecto de la brecha cambiaria que hace que los agricultores locales se encuentren con menos valor disponible en términos del dólar oficial si se lo compara con, por ejemplo, el MEP.